7 sept 2010

Testigo de Cargo (1957)


Testigo de Cargo (Witness for the Prosecution) une dos de mis pasiones cinéfilas: Marlene Dietrich y Billy Wilder. El guión original, escrito por Billy Wilder y Harry Kurnitz, está basado en la obra para teatro creada por Agatha Christie de mismo título.



Witness for the Prosecution fue grabada en 1957 contando con un reparto de 5 estrellas: Tyrone Power, Marlene Dietrich, Sir Charles Laughton y Elsa Manchester. Dado su guión, su trama y la sobresaliente interpretación de los actores no es de extrañar que en el año 1957 fuese nominada para 6 Oscars incluyendo mejor película y mejor director aunque no logró llevarse ninguno debido al éxito que tuvo ese mismo año El puente sobre el río Kwai de David Lean.



La trama gira alrededor del matrimonio Vole cuando el afable marido, Leonard (Tyrone Power), es acusado del asesinato de la señora French, una rica viuda, con la que nuestro protagonista mantenía una amistosa relación. Como suele ocurrir en estos casos el móvil del asesinato son los suculentos bienes de la señora French. Dada la dificultad del caso y que todas las pruebas apuntan a Leonard Vole como culpable, el prestigioso abogado criminalista de Londres Sir Wilfrid Roberts (Sir Charles Laughton) acepta el caso como un reto desoyendo las advertencias de su médico que le sugiere que se dedique sólo a casos civiles para cuidar su delicado corazón. Vole cuenta como única prueba a su favor el testimonio de su esposa Christine (Marlene Dietrich), quien le procura una coartada. Pero todo cambia cuando Christine decide ser testigo del fiscal y no de la defensa.



El papel de Marlene Dietrich como Christine Vole es el de una mujer fría, serena, distante y calculadora que deja absorto y atónito al mismísimo Sir Wilfrid Roberts. Esta se trata de la segunda colaboración de Dietrich con Wilder, después de grabar juntos Berlín Occidente en 1948. Fue ella la que le propuso al genial director llevar al cine la magnífica obra de Agatha Christie. Marlene quería el papel de la esposa del acusado y quería que fuese Wilder quien la dirigiese.

Marlene Dietrich adoraba a Wilder. Dos ejemplos lo testimonian: una vez le preguntaron que con quien le gustaría pasar una noche. Ella contestó: "Con Billy Wilder; pero no una noche, sino muchas noches. Yo le amaba, pero lamentablemente nos dimos cuenta demasiado tarde, cuando nuestro trabajo había terminado". En otra ocasión, a la afirmación que le hicieron de que ella había trabajado con muchos grandes directores, respondió categórica:"No, no, yo sólo he trabajado para dos grandes directores, para von Sternberg y para Billy Wilder".

Billy Wilder aceptó el guión de esta película por cien mil dólares de honorarios y un cinco por ciento de los ingresos, tenía una idea clara: "Quiero hacer una película de Alfred Hitchcock". Y fue Sir Charles Laughton el as en la manga del director a la hora de componer el guión. Wilder confesó: "Laughton es el mejor actor con el que he trabajado. Durante el rodaje, cada tarde nos sentábamos y decidíamos qué escena rodaríamos al día siguiente, y la desarrollábamos. Después, Laughton entraba en mi despacho y me decía: La escena que queremos rodar mañana me parece que es muy importante. Y se me ha ocurrido una idea. ¿Qué te parece si.....?. Y a mí me parecía una idea brillante. Y después de una pausa me decía: De todas formas, creo que.... Y de nuevo interpretaba la escena con brillantes ocurrencias todavía mejores. Y esto se repetía hasta que me había interpretado veinte versiones de una escena y todo sin cambiar ni una sola palabra del texto. Cada una de sus interpretaciones era una versión más enriquecedora con respecto a la anterior. Y es que Laughton podía hurgar en su talento como un niño feliz en una caja de juguetes llena a rebosar. Es mucho más frecuente encontrarse con el otro extremo, es decir con el actor que es tan modesto, tan tímido, que no aporta nada de sí mismo".

Trailer
 

Curiosidades
Sir Charles Laughton y Elsa Manchester eran pareja en la vida real.

Frases célebres
Acerca de esa señora Vole, trátela con ciudado, sobre todo al comunicarle la detención. Tenga presente que es extranjera, así que prepárese para ataques de histerismo y quizá hasta desmayos. Más vale que apreste un frasco de sales, una caja de pañuelos y un poco de coñac”. Sir Wilfrid (Laugton) refiriéndose a Christine Vole (Dietrich).
“¿Recuerda?. Cuando fui a verle, me dijo que ningún jurado creería en la coartada presentada por una amante esposa por mucho que jurara que su marido era inocente. Eso me dio la idea”. Christine Vole (Dietrich).
Nunca me desmayo porque no estoy segura de caer con elegancia”. Christine Vole (Dietrich).

Constantemente me sorprende que los sombreros de señora no provoquen más asesinatos”. Sir Wilfrid (Laugton)